sábado, 23 de enero de 2010

Reflexionando


“Solo contemplando el misterio del verbo encantado, el hombre puede encontrar las respuestas a las grandes interrogativas de la existencia humana y descubrir la verdad sobre su propia identidad” Ahí es ná, si estas palabras hubieran sido pronunciadas por.., no sé, nuestro vecino de al lado, el tendero de la esquina, Maruja, la del quinto que es muy devota y muy religiosa, pero hete ahí que nada más y nada menos fueron pronunciadas por el: Papa Benedicto XVI con motivo del año nuevo, el pasado 1 de Enero del 2010, es decir que el meollo del asunto es que las pronuncio el líder mundial de la Iglesia más influyente en Occidente y en buena parte de la humanidad en general.
Estas reflexiones me vienen a la pluma o mejor dicho a las teclas del ordenador, porque pienso lo siguiente: cuando al humano le hace falta razón (sesera, decía mi padre, señalándome con el dedo índice de su mano derecha esa parte del cuerpo que los humanos usamos poco); conocimiento y reflexión, todo lo convierte en magia, superchería, encantamientos y demás bisutería de la cual están plagadas las religiones y especialmente esta que este Señor lidera muy sugeneris.
Hace ya bastantes años –al parecer, desde que me nació la razón y la conciencia y gracias a Dios fue a temprana edad–, me encontré hurgando y buscando en lo que llamamos fe, creo, si estoy seguro, que soy un hombre de fe, pero saben, soy un hombre de fe…basada en la razón, después de mi larga experiencia en la vida, no creo en sermones católicos, cristianos ni de otro tipo de índole religiosa. De aquí entonces que buscando y hurgando en mi muy personal conocimiento, trato de encontrar y renovar mi fe todo el tiempo.
Leí una vez unas palabras de Antonio Machado que decían: “el catolicismo nos hace pasivos”. Pasivos, contemplativos dijo el Papa; de aquí entonces que el catolicismo lleva lustros inoculándose a sí mismos las células madres de su propio aniquilamiento. De aquí entonces que otros grupos religiosos también denominados cristianos están ganando terreno y pescan seres humanos que antes iban a templos católicos
Me viene a la mente aquel viejo refrán que retrata a los católicos de cuerpo entero: “Suerte te de Dios, porque el saber no te dice nada.” Amén.
Un saludo