jueves, 25 de marzo de 2010

Paseaba por el campo

Me encontraba un buen día de esta recién estrenada primavera dando un paseo por el campo, cuando de repente me topé con un curioso y esperpéntico espantapájaros.
Debes de estar cansado de permanecer inmóvil en este solitario campo, le dije al solitario espantapájaros.
La dicha de asustar es profunda y duradera; nunca me cansa me contesto.
Tras un minuto de pensarlo, me dije a mi mismo:
Es verdad reflexione; pues yo también he conocido esa dicha.
Como si estuviera leyendo mis pensamientos se dirigió a mí y…… sabes me dijo, solo quienes están rellenos de paja pueden conocerla.
Entonces, me aleje pensativo del espantapájaros, y lo curioso del caso es que no sabía si con su respuesta lo que había hecho era, elogiarme o minimizarme.
Transcurrió un año, y en ese tiempo se comentaba que el espantapájaros se convirtió en filósofo y personaje muy relevante e importante entre los demás espantapájaros de la zona.
Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuervos habían anidado bajo su sombra.
Un saludo

Agapito.