viernes, 5 de febrero de 2010

Identifiquemos la estupidez de algunos

Se le atribuye al celebérrimo científico Albert Einstein, la siguiente frase:” Hay dos cosas infinitas en este mundo, el universo y la estupidez humana. Y de lo primero no estoy seguro”.
Analizando esta, “cualidad” de algunos seres humanos he llegado a la conclusión que la estupidez humana se rige por cinco principios fundamentales.
El primer principio fundamental: " Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo".
El segundo principio fundamental: " La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona".
El tercer principio fundamental: " Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".
El cuarto principio fundamental: " Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error".
El quinto principio fundamental: " La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado".
Nuestra propia vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones. Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad no existe explicación -o mejor dicho- solo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida. La mayoría de las personas estúpidas son fundamentalmente y firmemente estúpidas, en otras palabras, insisten con perseverancia en causar daños o pérdidas a otras personas sin obtener ninguna ganancia para sí, sea esto positivo o negativo. Pero aún hay más. Existen personas que con sus inverosímiles acciones, no solo causan daños a otras personas, sino también a sí mismos. Estas personas pertenecen al género de los súper estúpidos. Lo grave de este llamémosle “nefasta cualidad” que tienen algunos, es que los estúpidos influyen sobre otras personas con una gran intensidad en muchas ocasiones. Algunos estúpidos causan normalmente perjuicios limitados, pero hay otros que llegan a ocasionar daños terribles, no ya a uno o dos individuos, sino a comunidades o sociedades enteras. La capacidad de hacer daño que tiene una persona estúpida depende de dos factores principales: del factor genético y del grado de poder o autoridad que ocupa en la sociedad. Me gustaría explicar y que se llegara a entender qué es lo que básicamente vuelve peligrosa a una persona estúpida; en otras palabras en qué consiste el poder de la estupidez.
Esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona inteligente puede entender la lógica de una persona malvada, ¿por qué?, porque las acciones de un malvado siguen un modelo de racionalidad: racionalidad perversa, si se quiere, pero al fin y al cabo racionalidad. El malvado quiere añadir un "más" a su cuenta. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener un "más" para sí, procurando también al mismo tiempo un "más" para los demás, deberá obtener su "más" causando un "menos" a su prójimo. Desde luego, esto no es justo, pero es racional, y si es racional uno puede preverlo. Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Una criatura estúpida nos perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo, y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado. Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, de ello se deriva que generalmente el ataque nos coge por sorpresa incluso cuando se tiene conocimiento del ataque no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo carece de cualquier tipo de estructura racional. El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Hay que tener en cuenta también otra circunstancia. La persona inteligente sabe que es inteligente. El malvado es consciente de que es malvado. El incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Al contrario de todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido. Esto contribuye poderosamente a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su acción devastadora. Con la sonrisa en los labios, como si hiciese la cosa más natural del mundo, el estúpido incluso te dirá que no se lo tengas en cuenta que no es para tanto aquello que dijo o hizo, y esto que provoca, echa a perder tus planes, destruye tu paz, te complica la vida y el trabajo, te hace perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo esto sin malicia, sin remordimientos y sin razón. Estúpidamente. No hay que asombrarse de que las personas incautas, generalmente no reconozcan la peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni las malvadas consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez. Generalmente, se tiende incluso a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto significa que se está confundiendo la estupidez con la candidez.
Por eso amigos recordemos que lo estúpidos son calculadores, así que es importante identificarlos para guardarnos de ellos.
Un saludo. Agapito

martes, 2 de febrero de 2010

No te desanimes Helena

Toda mi vida o mejor dicho desde que empecé a interesarme por los libros, que por cierto fue a muy temprana edad, considere a la poesía, como lo más puro, lo más noble, en definitiva como lo más valioso del ser humano, sin temor a equivocarnos podríamos decir que la poesía está a la altura de la ciencia, la investigación científica; quiero decir con esto que la poesía tiene los mismos objetivos, solo que en campos diferentes.
Mientras que en la vida las personas buscamos emociones, y razonamientos, en la poesía es libertad ante todo, y no debemos olvidar que esto es una de las cosas más importante para el ser humano y ahí se manifiesta todo, sus sentimientos y reflexiones.
El gran poeta mexicano Alfonso Reyes decía que “la poesía sirve para salirse de las cosas mundanas, comunes y corrientes, para irse de este mundo, donde hablas directamente con lo más profundo de ser humano”.
El premio nobel de literatura Octavio Paz dice en el Arco y la lira,” la poesía es comunión, soledad, es acercamiento al ser, hay muchas definiciones”.
Podríamos decir sin temor a equivocarnos que en la educación en las escuelas se ha perdido contacto con lo poético, falta educar más en la poesía, y posiblemente esto entre otras razones es uno de los motivos de la indiferencia de la cultura y la poesía entre nuestros dirigentes hoy día.
Muchas personas piensan que la poesía, no tiene ningún valor, es uno de los problemas más graves, pensar que es un ejercicio inútil.
Creo que desde los inicios de este mundo que conocemos la poesía va ligada intrínsecamente a la humanidad, la poesía es sentimiento, y dentro del campo de la literatura el género literario que mas predomina en una publicación es la poesía.
Sin temor a equivocarme quería decirte estimada Elena que en nuestro pueblo hay un gran movimiento y sentimiento de personas que amamos y trabajamos en pos de la poesía, y la cultura, hay excelentes escritores y poetas a algunos de los cuales tengo a bien contar con su amistad, y a nosotros Elena, nada ni nadie ya sea pelotazos urbanísticos u otra índole de situaciones, nos va a alejar de la cultura, te animo a que sigas adelante con tu trabajo que no te desanimes, en el centro del mayores en los bajos del mercado municipal puedes contar con un grupo de personas que amamos la literatura y la poesía, cuenta con nosotros, a nosotros si nos interesa la cultura.
Por eso no te desanimes Elena y cuenta con mucha gente en este pueblo que si amamos la cultura.
Un saludo: Agapito



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domingo, 31 de enero de 2010

No te asustes


No te asustes, si eres el primero en leer esta carta no te asustes. Ya sé que estoy de cuerpo presente y que hace muchos años que no ves un muerto, pero por favor, mantén la calma. Avisa a las autoridades y que ellas procedan a hacer lo que crean conveniente, sólo espero y deseo que hayan pasado más de 48 horas de mi muerte. Es a ti, estimado lector y descubridor de mi cuerpo inerte, a quien quiero dar las correspondientes explicaciones como compensación por el susto que te acabo de dar. El principal motivo de mi suicidio no es otro que mi hartazgo por esta vida y la gran losa que representa el pensar que voy a vivir para siempre. Sé que la mayoría de las personas estáis encantados con los avances científicos, en especial aquellos que son los acusantes de que llevemos cincuenta años sin una sola pérdida humana en todo el planeta. La posibilidad del auto regeneración mediante el autotrasplante de células madre de cualquier órgano o tejido, juntamente con la posibilidad de reactivar cualquier órgano tras 48 horas de su paro, nos ha llevado hasta la muerte de la muerte. Pero yo, a mis 175 años, me he cansado de vivir y no quiero seguir por más tiempo en este mundo. Aquí, estimado lector, a quien ves tumbado sin pulso con casi dos siglos sobre sus espaldas, encontrándome en plenas facultades físicas y mentales, además podría decirse sin miedo a faltar a la verdad que en mejores facultades que cuando tenía 80 años, voy a resucitar a la muerte. No sé qué efectos va a provocar en vosotros, que miedos o que fantasmas va a desenterrar, pero eso ya poco me preocupa. Espero que mi muerte os dé consciencia de la existencia de la parca, y os haga pensar en el poco sentido que tiene la vida eterna. Estoy seguro que me tachareis de egoísta. Vosotros, que no permitís más nacimientos. Vosotros, que estáis viviendo la vida de vuestros nietos y como vampiros chupáis la sangre de las futuras generaciones. Precisamente vosotros, diréis que soy egoísta además de cobarde. Ciertamente, buscareis motivos en mi biografía y haberlos haylos. Sí, el hecho de que yo perdiera a mi esposa antes de la revolución genética tiene mucho que ver, nunca me acostumbré a vivir sin ella. Es más, nunca he querido vivir sin ella y sin embargo mi cobardía ha hecho que la sobreviva casi otra vida entera. Pero qué más da, cuáles sean mis verdaderos motivos, poco ya importa qué es lo que me ha llevado a despertar a la muerte. Lo verdaderamente importante es que no quiero seguir aquí. Estimado amigo, solo una última cosa. A mi ya poco me importa la trascendencia de mi muerte, ni tan siquiera me preocupa la trascendencia de mi vida. Poco me importa lo que a partir de ahora ocurra, pero te dejo en herencia la responsabilidad de su repercusión. Las autoridades esconderán mi muerte, no la contabilizarán, así que tú eres el depositario de hacer que mi acto sea el detonante de que el hombre vuelva a ser hombre. Ahora tú conoces el secreto de cómo saltarse los controles del estoy-vivo que nos obligan a llevar las autoridades. En ti reside que des a conocer como me he suicidado para que mi muerte dé esperanzas a otras personas. No sé quién eres, desconozco que piensas, solo sé que viniendo a morir a este lugar esta vez soy yo quien juega a los dados con la humanidad. Suerte, y disculpa todas las molestias que te voy a ocasionar.
Un saludo: Agapito