miércoles, 20 de julio de 2011

LOS ESPAÑOLES Y SU PALABRA


Conscientes de que todos los pueblos están unidos por estrechos lazos y sus culturas configuran un patrimonio común y observando con preocupación que este delicado mosaico puede romperse en cualquier momento, Teniendo presente que, en este siglo, millones de niños, mujeres y hombres han sido víctimas de atrocidades que desafían la imaginación y conmueven profundamente la conciencia de la humanidad,
Reconociendo que esos graves crímenes constituyen una amenaza para la paz, la seguridad y el bienestar de la humanidad,
Afirmando que los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto no deben quedar sin castigo y que, a tal fin, hay que adoptar medidas en el plano nacional e intensificar la cooperación internacional para asegurar que sean efectivamente sometidos a la acción de la justicia...
Uno de los ponentes en esta importante ocasión añadió:
“Es absolutamente cierto. Un mundo sin violencia es posible, en cuanto limitemos nuestras ambiciones materiales y amemos más al ser humano”.
Este es el preámbulo del acuerdo que se firmo el vienes 17 de Julio del 1998 en Roma, y de esta forma se estableció una Corte Penal Internacional, con el objetivo de perseguir y condenar sin paliativos los crímenes cometidos contra los seres humanos.
Allí se hablo de: ataques generalizados y sistemáticos contra una población civil, de asesinato, de extermino, de Esclavitud, de privación de libertad, de tortura, de violación, de esclavitud, de persecución de un grupo o colectivo, de desaparición forzada de personas, u otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten contra la integridad física o la salud mental.
Este acuerdo que salió de esta reunión se firmo por más de 90 países y entre las cosas a que se obligaban los firmantes están: “la de poner fin a la impunidad de los autores de esos crímenes al mismo tiempo que contribuir a su prevención. Este acuerdo es legítimo, pues, se ha dado en el marco del derecho internacional y respecto a un proyecto ético de un valor indiscutible: la prevención de los crímenes contra la humanidad y, en su defecto, la sanción de los autores de dichos crímenes”.
Me hago esta reflexión hoy al ver la portada del diario público, que encabeza este articulo, España uno de los países, que firmaron ese acuerdo que propicio el establecimiento de esta Corte Penal Internacional, se niega en su parlamento no ya a perseguir y condenar a los autores de estos crímenes, sino que incluso se niega a condenar el hecho en sí, es decir el ignominioso golpe de estado de aquel triste 18 de Julio del 1936, cuando un grupo de salva patrias, comandado por el general franco, trunco la vida de más de 24 millones de españoles y españolas, de estos cientos de miles asesinados otros tantos desaparecidos, y otros encarcelados y privados de libertad.No solo se niega sino que además al que se atreva a revisar o aplicar lo que allí se firmo lo juzgan como delincuente (Baltasar Garzón).Gobierno y oposición no se ponen de acuerdo en prácticamente casi nada, pero en esto en saltarse a la torera una ley penal Internacional si, VERGONZOSO.
Nada señores aquí no hubo golpe de estado, en este país no hubo represión digna de condenar, fue una discusión de quítate tu que me pongo yo y listo. Qué pena, es decir que los 12 años que paso mi padre en prisión, el año que paso mi abuelo Cecilio, el asesinato de mi tío Blas en el paredón del cementerio de S. Rafael, sin juicio, efectuado por un grupo de asesinos, alguno con una calle a su nombre en Málaga, la muerte de mi tío Paco en el frente, la locura en que desemboco mi tía Conchita, siendo una niña por las barbaridades que vio y paso, los sufrimientos de mi abuela Regina cargada con sus 5 hijos camino Almería escondiéndose, (lo que motivo la desaparición de mi tío Dionisio), de las bombas asesinas lanzadas por los barcos franquistas que sabedores que los que huían eran civiles y mayoritariamente ancianos y niños, no tuvieron reparo en asesinar a mas de 5000, eso no es digno de condena.
Esta mañana me siento avergonzado de nuestros gobernantes, especialmente del de comunión casi diaria José Bono. Señor Bono yo ya hace mucho tiempo que enterré el odio, si es que lo hubo alguna vez, pero por favor, seamos coherentes, el golpe de estado de 36, fue una barbaridad, y los crímenes que perpetro unos asesinatos sin paliativos, así que condenémoslo por favor, se lo debemos a las víctimas.
Un saludo muy mosqueado
Agapito