lunes, 16 de noviembre de 2009

SABEMOS DONDE NOS ENCONTRAMOS

Habia una vez un niño que llegaba a la escuela siempre tarde. La maestra le regañaba, y el pobre chico, lloraba.
Un dia la maestra le pregunto:
Antoñito, dime una cosa: ¿porque llegas siempre tarde?
El jovencito, avergonzado, bajo la cabeza y empezo a lloriquear. La maestra lo animo a que hablara. Lo acarició, le dió un caramelo, le pregunto de que equipo de futbol era, y Antoñito finalmente abrio la boca y dijo:
-Lo que pasa, señorita, que cuando me levanto mama y papa ya se fueron a trabajar, y yo estoy solo, y no encuentro nada, y tardo mucho buscando mis cosas, y hasta que recojo todo, llego tarde, eso me pasa.
La señorita lo observo, penso y finalmente le dió este consejo:
-Mira Antoñito, te voy a regalar un cuaderno, y en ese cuaderno todas las noches antes de ir a dormir anota donde dejas todas las cosas, la ropa, los zapatos, la cartera, los libros y por la mañana, cuando te levantes, vas al baño, te cepillas los dientes, bién a fondo, porque tenemos que luchar contra las caries, y despues lo primero que haces es tomar el cuaderno y con él en la mano vas recogiendo las cosas de tu casa, y cuando ya tienes todo a mano, lo pones en la cartera, te sientas a desayunar, que es muy importante, y mas vale que tomes leche, por el calcio, y te pones tu chamarreta, coges la cartera y veras que temprano llegas a la escuela.

Antoñito miro a la señorita, llenos los ojos de elogio y gratitud. Ella bajo el cachete para que el le diera un beso, pudoroso, le roza la mejilla, y volvió a casa contentísimo con el cuaderno que ella le dió.
Llegada la noche todos vieron como Antoñito se afanaba con el cuaderno en la mano y recorria la casa y escribia:
-La cartera está en la cocina, al lado del fregadero.
-El libro de lectura está en el pasillo al lado del baño.
-Los zapatos, uno en el dormitorio, otro bajo el sillón de la abuela.
-La chamarreta, en el altillo.
-El cuaderno de clase a la entrada, al lado de la puerta.
Y asi todo.
Cuando concluyo, contento se fué a la cama y estaba a punto de conciliar el sueño cuando, de pronto, se incorporo en la cama, bajo, tomo el cuaderno y escribió:
-Yo estoy en la cama.
Ahora si, se fué a la cama y se durmió placidamente, como nunca.

A la mañana siguiente se desperto radiante, primero fué la baño, se limpió los dientes con furia creadora, y despues tomo el cuaderno y fué recogiendo una a una cada cosa de su lugar. Luego tomo su porción de calcio y finalmente se iba a la escuela, pero se acordó. Miró de nuevo el cuaderno, y alli estaba escrito:
-Yo estoy en la cama.
Casi se olvidaba. Fué a la cama a buscarse, y no se encontro. Se sento en el suelo y lloro largamente. Se busco por toda la casa, y no se encontro. Finalmente, desahuciado, llego al colegio mas tarde que nunca.
La maestra le pregunto que pasaba.
El le conto que habia seguido su consejo, y lloriqueando le dijo:
Encontre todas las cosas señorita, pero a mi no me encontraba.

Alla atras en algun rincon del tiempo, parecia que todo funcionaba, en realidad no pensabamos, quizas otros lo hacian por nosotros.Asi estabamos bién. Comenzamos a pensar cuando eso que creiamos que nos proporcionaba estabilidad, dejo de funcionar. De ahi en adelante, comenzamos la gran aventura de buscarnos, quizas con una cuota menor de soporte externo. Ya no fuimos los mismos, pero se nos abria un horizonte que nos mostraba que podriamos ser aun mejores.
Un abrazo a todos.
Agapito

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