“La comisión de sanidad del Senado aprueba que se pueda seguir fumando en los restaurantes que tienen zona de fumadores”.
Este titular que leemos en la prensa nacional estos días hace que reflexione sobre la llamada ley antitabaco. Dicen y argumentan los fumadores, que vivimos en el país de las prohibiciones, que ya está bien de decirle a los ciudadanos en cuanto a lo que deben hacer y prohibirles lo que no quieren que se haga, etc. Es cierto que el prohibir es algo negativo y hace que las personas se revelen en su contra, pero no es menos cierto que los efectos dañinos que produce el tabaco tanto al fumador activo como al pasivo,(aquel que esta respirando el humo que otros expelen) es algo contrastado y demostrado.
No voy aquí a entrar en argumentar lo malo y perjudicial que es el fumar, la de miles de personas que mueren a diario por ejercer este derecho, eso ya esta dicho y nadie puede argumentar en su contra, pero si me gustaría comentar mi punto de vista del porque se genera esta polémica ahora.
Creo y sin temor a equivocarme que la razón principal de esta polémica, es por tener unos gobernantes débiles, me explico, cuando allá por el verano del 2004 se empezó a aplicar por medio de leyes en los distintos países las recomendaciones de las organizaciones mundiales de la salud tanto a nivel global como europeo de prohibir fumar en lugares públicos, hubo dos formas de hacerlo, algunos países de Europa y del resto del mundo comenzaron a aplicarl estas recomendaciones de una manera clara y contundente: se prohíbe fumar en todos los lugares públicos y listo, otros como el caso de España ante el temor de lo impopular de la ley ante un sector minoritario pero muy ruidoso de la población, optaron por habilitar lugares en esos locales, en los cuales se permitiera hacer uso de ellos a los adictos a esta droga llamada tabaco.
Y ahí la cagó, como vulgarmente se dice, si señores se asustaron, nuestros gobernantes se asustaron, pensaron, se nos van a echar encima todos los fumadores, los dueños de bares y restaurantes, cada uno con argumentos diferentes y vamos a acarrearnos una impopularidad que nos puede costar la poltrona.
Asistí ayer a la presentación del proyecto EQUO en Málaga y me gusto mucho la frase que han escogido para acompañar la presentación de su proyecto dice: “ los políticos hablan, los lideres actúan”, y hay esta el quid de la cuestión, nuestros gobernantes mucho hablar pero poco actuar.
En otros países, como ya menciono se aplico la recomendación de una manera clara y eficaz la gente lo entendió lo acepto y no paso nada, no bajaron las ventas en los bares y restaurantes, al contrario subieron, pues muchas personas que antes no entraban o estaban poco tiempo en ellos por motivos de tener que fumar sin querer hacerlo, ahora estaban muy a gusto dentro sin olor a tabaco en la ropa, y sin temor a fumar sin querer, los fumadores compulsivos, se salen fuera a la puerta y fuman su pitillo, al tener que estar a la intemperie, hace que fumen menos, etc.
Así que no seamos pesaos, hay cosas fundamentales en esta vida, así como todos estamos de acuerdo en lo necesario de recomendar por medio de leyes de obligado cumplimiento, cosas que benefician a todos, lease, leyes de trafico, de ruidos,etc. De la misma forma, la ley de prohibido fumar es para aplicarla, no pasa nada, los beneficios que genera superaran por muchos los “perjuicios”.
Por lo tanto adelante mucho ánimo a todos para que se aplique la ley antitabaco de una manera clara y eficaz, ayudemos a ello, por medio de aceptarla y cumplirla, los beneficios que genera son infinitamente mayores que los supuestos perjuicios, si no me creen echen un vistazo a la autopsia que le hemos efectuado a un cigarrillo, y a nuestros gobernantes, decirles que de una vez por todas, actúen en beneficio de todos no de unos pocos.
Un saludo
Agapito
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