Dice Ian Gibson en su libro: “El hombre que detuvo a Garcia Lorca”, refiriéndose al máximo responsable de la detención y muerte del Poeta, era un hombre “corpulento, violento, bravucón, atrevido, machista, maniqueo, gran orador y ultra católico", estos son algunos de los calificativos que el hispanista Ian Gibson utiliza para trazar el perfil de Ramón Ruiz Alonso, el diputado de la CEDA que en agosto de 1936 detuvo a Federico García Lorca y lo condujo a su destino fatal. A Ruiz Alonso se le unen en este círculo de muerte los nombres de Juan Luis Trescastro, Luis García-Alix, Manuel Luna, el capitán Fernández y los hermanos Roldán.
Juan Luís Trescastro, compinche del
fascista Ramón Ruiz Alonso, a las pocas horas del asesinato alardeaba por los bares de Granada de haber participado no sólo en la detención, sino también en la muerte del
poeta. ‘Acabamos de matar a Federico García Lorca. Yo le metí dos tiros en el
culo por maricón’.
De
este individuo (Ruiz Alonso), se afirmaba que era: “‘hombre de fe',
católico practicante y creyente en la fraternidad universal de todos los seres
humanos”, vaya muy parecido a muchos de nuestros políticos de hoy día.
Ese nacional catolicismo responsable de tantas
muertes y desmanes, todavía hoy campa por sus anchas en este país llamado
España.
El 19 de Agosto pasado se cumplieron 76 años
del asesinato de uno de los más grandes poetas del siglo pasado nunca debemos de olvidar esa barbaridad y recordar que el fanatismo religioso y político fueron
la principal causas de su muerte
Viva Federico Garcia Lorca por siempre entre nosotros.
Un saludo
Agapito