martes, 22 de diciembre de 2009

SOCRATES

Sócrates fué un personaje que enseñó a pensar, a buscar la verdad y a saber que es posible alcanzarla. En realidad mostró la esencia del verdadero pensador o filósofo, el que busca realmente la verdad y que no se conforma con la retórica o la simple apariencia de las cosas.
En la antigua Grecia existía una clase de maestros conocidos con el nombre de sofistas. Como su nombre indica, se suponía que eran maestros en sabiduría. (La palabra sophistes significaba maestro en sabiduría, como tales se presentaban estos señores que andaban de lugar en lugar, participaban en la política y cobraban por sus lecciones. Sabían o simulaban saber de todo: astronomía, geometría, aritmética, fonética, música, pintura. Pero su ciencia no buscaba la verdad sino la apariencia de saber porque ésta reviste de autoridad). Usaban su retórica para defender cierto argumento solo para convencer a su audiencia, pero sin importarles si estaba basado en la verdad o no. Eran escépticos y relativistas, pues no creían que fuera posible alcanzar una verdad que fuera válida para todos. No parece que las cosas hayan cambiado mucho desde entonces, sobre todo porque semejante actitud puede seguir observándose en muchos personajes y a veces en líderes políticos y religiosos.
Sin embargo, un contemporáneo de los sofistas, Sócrates (470 AC), los denunció por tramposos y falta de rigor. Él creía que la verdad moral de las cosas debería buscarse por inducción, es decir, yendo de lo particular a lo general; si trataba el asunto de la justicia cuando hablaba con varias personas, les animaba a que expusieran ejemplos concretos de la vida diaria que mostraran lo que es específicamente justo; entonces todos podían llegar a una conclusión correcta. No se conformaba con decir si algo era justo; preguntaba a su interlocutor por qué lo era y entonces le obligaba con ello a una definición del concepto de justicia. Así, por el argumento inductivo y la definición general apelaba a buscar juntos la verdad; enseñó a pensar, a buscar la verdad y a saber que es posible alcanzarla. En realidad mostró la esencia del verdadero pensador o filósofo, el que busca realmente la verdad y que no se conforma con la retórica o la simple apariencia de las cosas.
Aunque han pasado ya muchos siglos desde entonces, la humanidad sigue siendo la misma en sus necesidades básicas; sin duda por tanto, muchos “Sócrates” siguen siendo todavía necesarios, y son muchos los “sofistas” que nos sobran.
Un saludo
Agapito
http://malaga-al-andalus.blogspot.com/

domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Estamos preparados para aceptar las criticas?

Cuando hacemos las cosas siempre pensamos que las estamos haciendo de la manera correcta, pero muchas veces cometemos errores.
Si nos equivocamos y alguien cercano a nosotros, de nuestro entorno cercano ya sea familiar, amigos, conciudadanos, nos dice que hemos obrado mal, o que deberíamos obrar de manera diferente, podemos reaccionar de dos maneras.1.- Escucharemos y pensaremos en que nos hemos equivocado, así podremos arreglar el error.2.- También podemos ignorar la crítica, pensar que se están metiendo con nosotros, que no valoran nuestro esfuerzo y no escuchar aunque oímos lo que nos dicen pero no escuchamos para poder solucionar el posible problema. ¿Tú cómo reaccionas?
Sin duda la primera opción es la más constructiva y la que nos hace avanzar y aprender de nuestros errores, pero es la más difícil de llevar a la práctica, ya que muchas veces nos encerramos en nosotros mismos y no somos capaces de aceptar que nos equivocamos, o que quizás las cosas se podrían hacer de otra manera diferente, para de esta forma no buscar solo el bienestar de unos pocos, sino el de la gran mayoría, máxime si somos responsables de la administrar a un pueblo.
También tenemos que saber ser críticos, ya que nos pueden decir que no tenemos razón y que hemos hecho algo mal y en realidad es la otra persona la que está equivocada, en este caso tenemos que saber argumentar y discutir sin alzar la voz y mostrando respeto por la otra persona, quizás aquí lo más correcto sería sentarnos con ella, y preguntar, tomar nota, etc.
Si alguna vez alguien nos lanza una crítica con una intención dañina, lo mejor que podemos hacer es ignorar la crítica y a la persona
La historia está llena de multitud de personajes, personajillos, y otros que se han creído que estaban en posesión absoluta de la verdad, que jamás han aceptado ni aceptan ninguna crítica, y no hace falta mencionar nombres, pues todos conocemos a más de diez.
Aunque es verdad que hay varios términos que se les quiere dar a la crítica, que la clasifican en: crítica constructiva y crítica destructiva; para mí, simplemente es una crítica, y nada más una crítica, que se hace simplemente por algo que se está haciendo equivocadamente; esta crítica sencillamente arroja un resultado, que no es otro que revisar lo que se está haciendo, para buscar la falla, y dar el siguiente paso que es el de rectificar, luego de estar revisado y rectificado, se le dé el impulso necesario tomando el camino adecuado.
Quien se enfada por las críticas, posiblemente las tiene merecidas, aceptemos las críticas con serenidad. Si son justas, nos hacen un gran bien, porque nos abren la posibilidad de corregirnos. Si son injustas, podemos elegantemente aparcarlas porque no nos afectan.
Por lo tanto mi consejo seria a aquel padre e hijo que iban al pueblo a comprar junto con su mula, porque no se pararon la primera, o la segunda, o la tercera vez que escucharon las críticas sobre lo que iban haciendo, y le preguntaron a los lugareños, ¿Qué harían ustedes?, ¿Cómo utilizarían esta herramienta que es la mula, para el mejor beneficio colectivo?
Un saludo:
Agapito