Como un instrumento al servicio de la justicia, como un concepto que va más allá del mero desarrollo económico, que incluye el incremento de la riqueza del municipio, pero que atiende a las necesidades vitales de los seres humanos, a su profundo afán de comprensión, de dignidad, de igualdad. Por ello nos obliga a luchar contra las diferencias que privilegian a ciertos grupos y marginan de una manera evidente a otros.
Estas bases nos permitirán reforzar la presencia de nuestro municipio en nuestro país, en definitiva en nuestro entorno, pero no con la vana pretensión de un protagonismo exagerado, porque tenemos sentido de la medida, si sin duda podemos decir que nuestro municipio podría estar en la escala de los mejores de nuestra nación. Pero tenemos también conciencia de nuestras deficiencias y que debemos hacer prácticas aportaciones a la zona en definitiva que debemos de ser conscientes de nuestra capacidad de presente y de futuro, y esperamos que unas y otras nos permitan alcanzar en la vida municipal el nivel de nuestra auténtica dignidad. Se puede ser digno con poco, como se puede ser indigno con mucho, y de esto último no quiero mencionar ejemplos de quienes aprovechan su fuerza para someter o explotar, o hacer que otros estén a su servicio.
Debe ser la intención de todo buen gobernante o administrador, de dar cuenta a las personas que representa, de todo los que les atañe de una manera sincera y clara, para que la esperanza que han puesto en ellos se base en la verdad y no en datos deformados o insuficientes, ni en promesas quiméricas.
Debido al momento que nos ha tocado vivir, me vienen a la mente cuatro principales áreas o problemas que deben sin falta acometerse para el bienestar de las personas en nuestro pueblo.
Primero: Luchar de una manera eficaz contra la crisis económica en el municipio, y el paro que esta conlleva.
Segunda: Avanzar hacia hacer una comunidad más libre, igualitaria, y contenta con su entorno.
Tercera: Hacer una reforma progresiva de la administración municipal, en cumplimiento del artículo 103 de la Constitución: (La Ley regulará el estatuto de los funcionarios públicos, el acceso a la función pública de acuerdo con los principios de mérito y capacidad, las peculiaridades del ejercicio de su derecho a sindicación, el sistema de incompatibilidades y las garantías para la imparcialidad en el ejercicio de sus funciones)
Cuarta: Proyectar hacia el exterior de una manera digna y eficaz la realidad de nuestro municipio.
Nunca se debe de olvidar que educación y cultura, deben ser piezas claves en una futura tarea de todo buen gobierno, con el objetivo de conseguir una democracia avanzada, para ello la constitución establece derechos tales como la libertad de expresión, la igualdad de oportunidades ante la cultura, como instrumentos decisivos para el pleno desarrollo de la personalidad de las personas.
Un saludo
Agapito
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